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domingo, 10 de noviembre de 2013

Zona Crónica

Borussia Dortmund, un grande sin el reconocimiento merecido.

Hace 16 años el Borussia Dortmund comenzó a escribir una gran parte de su historia, cuando en las semifinales de la Liga de Campeones de Europa, el poderoso Manchester United plagado de figuras como David Beckham, Peter Schmeichel, Eric Cantona, entre otros y dirigido por el escoces Sir Alex Ferguson, se enfrentaba al Borussia Dortmund de Ottmar Hitzfeld, equipo que venía de ganar dos ligas alemanas consecutivamente pero que en su historia nunca había podido alzarse con este trofeo, el más codiciado por todos los equipos europeos. Si bien el Manchester United era el favorito para imponerse, esta parecía ser una eliminatoria atractiva, debido al buen momento por el que atravesaba el equipo alemán, lo que le daba una dosis de incertidumbre al desenlace de los dos partidos que se venían.

El partido de ida se jugaría en el estadio del Manchester United, el Old Trafford, mejor conocido como el Teatro de los Sueños, bajo el arbitraje del suizo Urs Meier y la mirada atenta de 53.600 espectadores. El encuentro se decantaría tempranamente a favor del Dortmund por medio de un gol al minuto ocho del internacional alemán Lars Ricken. En el segundo tiempo el entrenador del equipo local intentaría la remontada recurriendo al banquillo e ingresando al terreno de juego dos jóvenes con mucha proyección en ese momento y que después de se convertirían en los referentes de los “Diablos Rojos” Ryan Giggs y Paul Scholes pero el resultado no cambiaría.

Tomada de: www.dailymail.co.uk

Tras haber logrado la victoria en condición de visitante, el Borussia Dortmund llegaba con mucha confianza para encarar el partido de vuelta en su estadio, aquel en donde nunca se encuentra un puesto vacío, el Westfalenstadion. Después de un primer tiempo muy igualado, el gol llegaría recién en el segundo tiempo mediante un gran disparo de pierna izquierda del mediocampista Rene Tretshok. No habría más emociones en el encuentro y el marcador final sería de 1-0 a favor del equipo local, con esto el Borussia Dortmund accedería a la final al imponerse sobre el Manchester United gracias a un global de dos goles contra cero.

El 28 de mayo de 1997, muy cerca de casa, en el Estadio Olímpico de Munich, llegaba la primera final de una Liga de Campeones para el Borussia Dortmund, curiosamente contra el rival que lo había derrotado en su más reciente experiencia en una instancia como estas. Fue en la final de la Liga Europea de la UEFA (segunda competición de fútbol más importante en Europa) que disputó contra la Juventus de Turín cuatro años atrás. Aquella vez el equipo italiano se impuso por goleada ante el alemán, pero ¿Era este un antecedente valido para lo que podría pasar en una final que enfrentaba de nuevo a estos dos equipos? Con plantillas renovadas no era correcto deducir que podría llegar a pasar lo mismo. Sin embargo la Juventus, ganadora de la edición anterior y comandada por el vistoso mediocampista Zinedine Zidane, llegaba como favorita para imponerse sobre el Borussia Dortmund liderado por el fuerte defensor central Matthias Sammer.
Los equipos salieron al campo con las siguientes formaciones:

Tomada de: Wikipedia.org 

Empezaba el partido, el Borussia Dortmund estaba ante su oportunidad de hacer historia y efectivamente iba a comenzar a escribirla desde la primera mitad, por medio de  su referencia en el ataque Karl-Heinze Riedle, quien marcó dos goles en los minutos 29 y 34 respectivamente. De ese modo, el partido se inclinaba a favor de los alemanes. Al término del descanso, el electrónico mostraba un tranquilizador 2-0 para el Borussia Dortmund hasta que Alessandro Del Piero marcó un gol de gran factura individual definiendo con la genialidad que lo caracterizaba. Posteriormente saldría al terreno de juego uno de los héroes de la semifinal, el autor del gol en Old Trafford Lars Ricken y en la primera jugada en la que tuvo contacto con el balón, marcó el tercer gol para su equipo definiendo por encima de la humanidad el portero rival, cerrando así el marcador. Así pues, el Borussia Dortmund conseguía su primera Liga de Campeones de Europa. 

Tomada de: www.uefa.es

Ha pasado mucho tiempo desde esa épica victoria, el equipo ha pasado por altos y bajos. Entre esas una dura crisis económica en el 2005 que casi los hace declarase en bancarrota, estuvieron un poco ausentes del papel de protagonistas en el escenario europeo pero el Borussia Dortmund ha venido demostrando en las últimas tres temporadas de la mano de su Director Técnico Jürgen Klopp y de una forma silenciosa que están listos para regresar al primer plano del fútbol en Europa. En este sentido, la gran muestra del resurgimiento del club son los resultados obtenidos, ganando la Bundesliga en el 2011 y el doblete en el 2012 alzándose con la Liga y la Copa de Alemania de ese año. Es así como el equipo comenzó a mostrar lo que podía ser capaz de lograr, pero no solo por los títulos, sino por la forma de como los estaban logrando, desplegando un juego muy agradable para la vista del espectador.

Por ejemplo, en esa final de la Copa de Alemania que ganaron en el 2012 plasmaron ese gran juego ya mencionado, obteniendo una contundente victoria sobre el equipo más laureado de su país, el Bayern Munich. Pasaron totalmente por encima de ellos, superándolos en todas las líneas del campo. Para ilustrar, esta superioridad se dio gracias a la gran presión que implementaron sobre el rival, el buen toque de balón, la visión de juego de su enganche en ese partido, el japonés  Shinji Kagawa y la contundencia de su único punta Robert Lewandowski, quien hizo tres de los cinco goles con los que humillaron al Bayern ese día.

Tomada de: www.taringa.net

Pasando el examen con una calificación muy alta en la temporada 2011-2012, en la temporada 2012-2013 el Dortmund ha conservado su notable forma de jugar al fútbol, pero esta vez a nivel continental. Consecuencia de esto, fue el único equipo en llegar a las semifinales de la Liga de Campeones de Europa de manera invicta. En esta instancia se enfrentaba al más veces ganador de esta competición y mejor equipo del siglo XX, el Real Madrid. Pero no solo la historia hacia augurar un mal resultado  para el Borussia, también la millonaria plantilla del equipo madrileño, así como el excelente estado de forma de su estrella Cristiano Ronaldo, eran razones suficientes para que los medios de comunicación perfilaran a Real Madrid como el  equipo con más opciones para acceder a la final.

En contraposición a los medios, el Borussia Dortmund había dado claras muestras de un nivel de juego tal para no ser considerado la cenicienta de la eliminatoria, pero como la trasmisión de la Liga Española, Inglesa e Italiana son las que abarcan todos los canales deportivos y la rivalidad Real Madrid-Barcelona es la que se lleva las portadas de los diarios, era difícil conocer a fondo la realidad del futbol alemán. De cualquier modo, el Borussia le demostraría a todo el planeta fútbol esa linda forma de jugar que los caracterizaba pero que pocos conocían.

El pasado 24 de abril se daba el primer duelo de semifinales entre Borussia Dortmund y Real Madrid en el Signal Iduna Park. Desde los primeros minutos el equipo dueño de casa comenzó a imponer condiciones. Así pues, el buen ritmo de juego por parte del Dortmund se vería traducido en múltiples llegadas en la portería contraria, la primera se da producto de una gran jugada individual de Marco Reus, que tras dejar a varios rivales en el camino, mete un disparo cruzado al arco del Madrid que es atajado por el arquero Diego López, quien deja el rebote que después no puede ser capitalizado por el polaco Robert Lewandowsky quien posteriormente se convertiría en la gran figura del partido al marcar cuatro goles con los cuales su equipo le ganaría al Real Madrid con un marcador de 4-1. Así mismo se convirtió en el primer jugador de la historia en convertir esa cantidad de goles en un partido de semifinales de la Liga de Campeones de Europa.

Tomada de: www.24horas.cl

Con Matts Hummels liderando la defensa, Ikay Gundogan manejando el mediocampo y un el fabuloso tridente de ataque conformado por Mario Gotze, Marco Reus y Robert Lewandowsky, el Borussia Dortmund volvió a ser protagonista. Ahora bien, la pregunta es si estos jugadores podrían repetir la historia de hace 16 años. Los antecedentes eran similares, esta vez el favorito a vencer era el gran Bayern Munich y cualquier cosa podía pasar.

La gran final estaba cada vez más cerca, y a esa cita del 25 de mayo en el mítico Wembley se coló un invitado que nadie esperaba. Así es, el poco reconocido Borussia Dortmund.

El día tan esperado llego y los dos equipos alemanes cumplieron altamente con las expectativas, regalándonos una de las mejores finales de los últimos tiempos. Al final de este gran espectáculo veíamos como el Bayern se terminaría llevando la Copa para Munich gracias al gol en los últimos minutos de Ajen Robben. Después de ver y disfrutar de todo esto, solo nos quedaba decir: gracias Bayern, gracias Borussia, gracias fútbol.

Por Roberto Bermejo C.





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