Borussia Dortmund, un grande sin el reconocimiento
merecido.
Hace 16 años el Borussia Dortmund comenzó a escribir
una gran parte de su historia, cuando en las semifinales de la Liga de Campeones
de Europa, el poderoso Manchester United plagado de figuras como David Beckham,
Peter Schmeichel, Eric Cantona, entre otros y dirigido por el escoces Sir Alex
Ferguson, se enfrentaba al Borussia Dortmund de Ottmar Hitzfeld, equipo que
venía de ganar dos ligas alemanas consecutivamente pero que en su historia
nunca había podido alzarse con este trofeo, el más codiciado por todos los
equipos europeos. Si bien el Manchester United era el favorito para imponerse,
esta parecía ser una eliminatoria atractiva, debido al buen momento por el que
atravesaba el equipo alemán, lo que le daba una dosis de incertidumbre al
desenlace de los dos partidos que se venían.
El partido de ida se jugaría en el estadio
del Manchester United, el Old Trafford, mejor conocido como el Teatro de los
Sueños, bajo el arbitraje del suizo Urs Meier y la mirada atenta de 53.600
espectadores. El encuentro se decantaría tempranamente a favor del Dortmund por
medio de un gol al minuto ocho del internacional alemán Lars Ricken. En el
segundo tiempo el entrenador del equipo local intentaría la remontada
recurriendo al banquillo e ingresando al terreno de juego dos jóvenes con mucha
proyección en ese momento y que después de se convertirían en
los referentes de los “Diablos Rojos” Ryan Giggs y Paul Scholes pero el
resultado no cambiaría.
Tomada
de: www.dailymail.co.uk
Tras haber logrado la
victoria en condición de visitante, el Borussia Dortmund llegaba con mucha
confianza para encarar el partido de vuelta en su estadio, aquel en donde nunca
se encuentra un puesto vacío, el Westfalenstadion.
Después de un primer tiempo muy igualado, el gol llegaría recién en el segundo
tiempo mediante un gran disparo de pierna izquierda del mediocampista Rene
Tretshok. No habría más emociones en el encuentro y el marcador final sería de
1-0 a favor del equipo local, con esto el Borussia Dortmund accedería a la
final al imponerse sobre el Manchester United gracias a un global de dos goles
contra cero.
El
28 de mayo de 1997, muy cerca de casa, en el Estadio Olímpico de Munich,
llegaba la primera final de una Liga de Campeones para el Borussia Dortmund,
curiosamente contra el rival que lo había derrotado en su más reciente
experiencia en una instancia como estas. Fue en la final de la Liga Europea de
la UEFA (segunda competición de fútbol más importante en Europa) que disputó
contra la Juventus de Turín cuatro años atrás. Aquella vez el equipo italiano
se impuso por goleada ante el alemán, pero ¿Era este un antecedente valido para
lo que podría pasar en una final que enfrentaba de nuevo a estos dos equipos?
Con plantillas renovadas no era correcto deducir que podría llegar a pasar lo
mismo. Sin embargo la Juventus, ganadora de la edición anterior y comandada por
el vistoso mediocampista Zinedine Zidane, llegaba como favorita para imponerse
sobre el Borussia Dortmund liderado por el fuerte defensor central Matthias Sammer.
Los equipos salieron al campo con las
siguientes formaciones:
Tomada de:
Wikipedia.org
Empezaba el partido, el
Borussia Dortmund estaba ante su oportunidad de hacer historia y efectivamente
iba a comenzar a escribirla desde la primera mitad, por medio de su referencia en el ataque Karl-Heinze
Riedle, quien marcó dos goles en los minutos 29 y 34 respectivamente. De ese modo, el
partido se inclinaba a favor de los alemanes. Al término del descanso, el
electrónico mostraba un tranquilizador 2-0 para el Borussia Dortmund hasta que Alessandro Del Piero marcó
un gol de gran factura individual definiendo con la genialidad que lo
caracterizaba. Posteriormente saldría al terreno de juego uno de los héroes de
la semifinal, el autor del gol en Old Trafford Lars Ricken y en la primera
jugada en la que tuvo contacto con el balón, marcó el tercer gol para su equipo definiendo por encima de la humanidad el
portero rival, cerrando así el marcador. Así pues, el Borussia Dortmund
conseguía su primera Liga de Campeones de Europa.
Tomada de: www.uefa.es
Ha pasado mucho
tiempo desde esa épica victoria, el equipo ha pasado por altos y bajos. Entre
esas una dura crisis económica en el 2005 que casi los hace declarase en bancarrota,
estuvieron un poco ausentes del papel de protagonistas en el escenario europeo
pero el Borussia Dortmund ha venido demostrando en las últimas tres temporadas
de la mano de su Director Técnico Jürgen Klopp y
de una forma silenciosa que están listos para regresar al primer plano del
fútbol en Europa. En este sentido, la gran muestra del resurgimiento del club
son los resultados obtenidos, ganando la Bundesliga en el 2011 y el doblete en
el 2012 alzándose con la Liga y la Copa de Alemania de ese año. Es así como el
equipo comenzó a mostrar lo que podía ser capaz de lograr, pero no solo por los
títulos, sino por la forma de como los estaban logrando, desplegando un juego
muy agradable para la vista del espectador.
Por
ejemplo, en esa final de la Copa de Alemania que ganaron en el 2012 plasmaron
ese gran juego ya mencionado, obteniendo una contundente victoria sobre el
equipo más laureado de su país, el Bayern Munich. Pasaron totalmente por encima
de ellos, superándolos en todas las líneas del campo. Para ilustrar, esta
superioridad se dio gracias a la gran presión que implementaron sobre el rival,
el buen toque de balón, la visión de juego de su enganche en ese partido, el
japonés Shinji
Kagawa y la contundencia de su único punta Robert Lewandowski, quien hizo tres
de los cinco goles con los que humillaron al Bayern ese día.
Tomada de: www.taringa.net
Pasando el examen con
una calificación muy alta en la temporada 2011-2012, en la temporada 2012-2013
el Dortmund ha conservado su notable forma de jugar al fútbol, pero esta vez a
nivel continental. Consecuencia de esto, fue el único equipo en llegar a las
semifinales de la Liga de Campeones de Europa de manera invicta. En esta
instancia se enfrentaba al más veces ganador de esta competición y mejor equipo
del siglo XX, el Real Madrid. Pero no solo la historia hacia augurar un mal
resultado para el Borussia, también la
millonaria plantilla del equipo madrileño, así como el excelente estado de
forma de su estrella Cristiano Ronaldo, eran razones suficientes para que los
medios de comunicación perfilaran a Real Madrid como el equipo con más opciones para acceder a la
final.
En contraposición a
los medios, el Borussia Dortmund había dado claras muestras de un nivel de
juego tal para no ser considerado la cenicienta de la eliminatoria, pero como
la trasmisión de la Liga Española, Inglesa e Italiana son las que abarcan todos
los canales deportivos y la rivalidad Real Madrid-Barcelona es la que se lleva
las portadas de los diarios, era difícil conocer a fondo la realidad del futbol
alemán. De cualquier modo, el Borussia le demostraría a todo el planeta fútbol esa
linda forma de jugar que los caracterizaba pero que pocos conocían.
El pasado 24 de abril
se daba el primer duelo de semifinales entre Borussia Dortmund y Real Madrid en
el Signal Iduna Park. Desde los primeros minutos
el equipo dueño de casa comenzó a imponer condiciones. Así pues, el buen ritmo
de juego por parte del Dortmund se vería traducido en múltiples llegadas en la
portería contraria, la primera se da producto de una gran jugada individual de
Marco Reus, que tras dejar a varios rivales en el camino, mete un disparo
cruzado al arco del Madrid que es atajado por el arquero Diego López, quien deja
el rebote que después no puede ser capitalizado por el polaco Robert
Lewandowsky quien posteriormente se convertiría en la gran figura del partido
al marcar cuatro goles con los cuales su equipo le ganaría al Real Madrid con
un marcador de 4-1. Así mismo se convirtió en el primer jugador de la historia
en convertir esa cantidad de goles en un partido de semifinales de la Liga de
Campeones de Europa.
Tomada de: www.24horas.cl
Con Matts Hummels
liderando la defensa, Ikay Gundogan manejando el mediocampo y un el fabuloso
tridente de ataque conformado por Mario Gotze, Marco Reus y Robert Lewandowsky,
el Borussia Dortmund volvió a ser protagonista. Ahora bien, la pregunta es si
estos jugadores podrían repetir la historia de hace 16 años. Los antecedentes
eran similares, esta vez el favorito a vencer era el gran Bayern Munich y
cualquier cosa podía pasar.
La gran final estaba
cada vez más cerca, y a esa cita del 25 de mayo en el mítico Wembley se coló un
invitado que nadie esperaba. Así es, el poco reconocido Borussia Dortmund.
El día tan esperado
llego y los dos equipos alemanes cumplieron altamente con las expectativas,
regalándonos una de las mejores finales de los últimos tiempos. Al final de
este gran espectáculo veíamos como el Bayern se terminaría llevando la Copa
para Munich gracias al gol en los últimos minutos de Ajen Robben. Después de
ver y disfrutar de todo esto, solo nos quedaba decir: gracias Bayern, gracias
Borussia, gracias fútbol.
Por Roberto Bermejo C.
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